Sorpresas y paisajes

Fotografías de lo que veo por esos campos…

Las Piérides

Posted by Pele Camacho en 24 marzo, 2012

Las mariposas son criaturas fascinantes que atrajeron la atención de los homosapiens desde siempre, hasta tal punto que el origen de sus nombres es una incógnita perdida en la noche de los tiempos de muchas culturas: no parece muy convincente, por ejemplo, la supuesta etimología facilona de “mari_posa” para su nombre castellano y tampoco está claro el origen de “butter_fly” en inglés, con otra etimología simplista relacionada a la mantequilla –butter– que poco tiene que ver con los hábitos biológicos de las británicas butterflies, dejando aparte la amplitud del concepto fly, aplicado tanto a verbo como a sujetos.

Pieris rapae (Linnaeus, 1758)  posando, “Mari-posa” o “butter_fly”,  blanquita con amarillo-mantequilla

(Picar en las imágenes para verlas con más resolución)

Es innegable el hechizo que provocan las mariposas con los aletazos de sus vuelos de rumbos aparentemente caóticos, la elasticidad y elegancia supergeométrica de su espiritrompa, la variedad multicolor de sus enormes alas tirando de cuerpos diminutos…  así que, con ese estilo suyo de no-pasar-desapercibidas, no es extraño que los homosapiens tengan en su memoria el recuerdo de alguna mariposa popular por su frecuente presencia en el tiempo y lugares donde habitan. Sin embargo, si se hiciera una encuesta con un amplio muestreo a nivel geográfico acerca de qué colores de mariposas se han visto más frecuentemente, quizás, la respuesta fuera “blancas”. Y sería una respuesta consecuente con la amplísima distribución y polivoltinismo de algunas mariposas de la familia Pieridae.

Hembra de Pieris brassicae (Linnaeus, 1758),  “Blanca de la col” moteada en el reverso verdoso de sus alas traseras

La familia Pieridae (Duponchel, 1835), o de los piéridos, es una de las familias más numerosas entre las de mariposas; la mayoría de ellas tienen colores claros, predominando el blanco y el amarillo, aunque con manchas o tonos sutiles que determinan las diferencias entre sus más de mil especies.  Su envergadura alar es relativamente grande, similar a la de los ninfálidos, pero uno de los detalles identificativos de los piéridos es la presencia de los tres pares de patitas, mientras los ninfálidos solo muestran dos por tener atrofiado el primer par.

Algunos dicen -con poca convicción y escasos argumentos- que el origen de la palabra butterfly surgió del color amarillo-mantequilla de alguna Gonepteryx, uno de los géneros de la familia Pieridae cuyos miembros europeos más significativos están en la entrada  “Piquitos”.

…  libando en una florecilla de Dittrichia viscosa

Las Piérides eran las nueve hijas del rey Píero de Macedonia, tan bellas y agraciadas para la música y la poesía que se atrevieron a retar en unas “justas poético-musicales” a las Musas griegas, divinidades inspiradoras de las artes que, también en número de nueve, nacieron en Pieria, al pie del monte Olimpo, siendo hijas del rayopoderoso y radiante Zeus.  Después de la artística contienda, las derrotadas Piérides fueron convertidas en urracas y las Musas absorbieron el nombre de Piérides para ellas, a modo de botín de victoria o como referencia de su Pieria nativa. Al igual que los nombres taxonómicos de las mariposas, los nombres de las Musas tuvieron muchos cambios desde las primeras Piérides hasta las últimas Musas, a las que Hesíodo puso el nombre que ahora tienen.

Macho de Pieris rapae, la blanquita Small White”, posando en una flor del cardo Galactites tomentosa

En la actual clasificación taxonómica del orden de los Lepidópteros, dentro la gran familia Pieridae hay cuatro subfamilias,  siendo la más numerosa la Pierinae (Swainson, 1820), en la que se integran tres tribus que contienen los cincuenta y ocho géneros de la subfamilia. La tribu mayor es la Pierini (Duponchel, 1835) con cuarenta y seis géneros y más de 700 especies, como las Pieris de esta entrada.

Macho de Pieris brassicae: ápices negros en alas delanteras, sin manchas internas

¿Quién no ha visto una mariposa blanca con pintas negras? Pues, probablemente, vio una Pieris brassicae (Linnaeus, 1758),  o tal vez, una Pieris rapae (Linnaeus, 1758), aunque vistas de cerca, por la gracia del macro se aprecian manchas y colores que revelan detalles identificadores hasta del sexo de las dos especies.

Una hembra de Pieris brassicae, ovipositando en una planta indeterminada

Las Pieris brassicae, conocidas como “Blanca de la col”, son polivoltinas y frecuentemente son plaga en cultivos de crucíferas como la col, pues realizan puestas múltiples de las que surgen larvas gregarias que pueden causar daños importantes en los cultivos.  Otro tanto sucede con la Pieris rapae, cuyo nombre especifico se refiere al nabo Brassica rapa; la rapae o “Blanquita de la col”, es algo más pequeña que la brassicae, pero tan peligrosa como ella para los cultivos de brasicaceas.

Un ejemplar “albino” de Pieris rapae, una variedad relativamente frecuente en campo y en ciudad

Las distribuciones de brassicae y rapae se extienden de manera continua desde el Magreb hasta el Cabo Norte, más allá de la recientemente famosa Laponia. Por supuesto, existen híbridos y variantes menos conocidos -como Laponia– aunque una de ellas ha sido reconocida como especie, la Pieris cheiranthi (Hübner, 1808), que vuela de manera exclusiva en algunas de nuestras afortunadas Islas Canarias.

Es lógico pensar que, en especies tan extendidas como ellas, haya otros bishejos que las parasiten de forma parecida a como ellas parasitan a las coles: hay un género de himenópteros, el de los Apanteles, entre los que destacan las Apanteles glomeratus, unas avispillas que parasitan tanto a larvas de brassicaes como a rapaes, pero eso son otras historias de las que ya conocemos algún caso más en los himenópteros, relativamente aficionados a ese tipo de prácticas que, en algunos casos, los homosapiens aprovechan para controlar plagas indeseadas.

2 respuestas to “Las Piérides”

  1. Miguel said

    La historia de las piérides está emparentada con la de las crucíferas y más nos valdría estudiar esta historia que la de los reyes sus bastardos, como bien nos recordaba Fabre en sus “Souvenirs Entomologiques”, a propósito de la oruga de la col y la estupidez humana (1). Casi la totalidad de los estudios epidemiológicos han encontrado un efecto protector frente al cáncer, asociado al consumo de crucíferas. Se atribuye a los fitonutrientes que nos proporcionan, pero pudiera ser que los propios genes de las crucíferas controlasen a nuestros genes mediante el aporte de sus micro-RNA (2). Aunque la siguiente reflexión sobre la filogenia molecular de los insectos no deja de ser especulativa, dado el papel modulador de los micro-RNA durante la metamorfosis, menos sería de extrañar que la dieta voraz de la oruga de la col constituyese una fuente de aporte de micro-RNA de origen vegetal, supuestamente responsable del desarrollo de las piérides.

    1.- “Premier en date en nos jardins potagers, après la fève d’abord et plus tard le pois, le chou était tenu en haute estime par l’Antiquité classique ; mais il remonte bien plus haut, à tel point que tout souvenir s’est perdu concernant son acquisition. L’histoire ne s’occupe guère de ces détails ; elle célèbre les champs de bataille qui nous tuent, elle garde le silence sur les champs de culture qui nous font vivre ; elle sait les bâtards des rois, elle ne sait pas l’origine du froment. Ainsi le veut la sottise humaine.”
    http://www.e-fabre.com/e-texts/souvenirs_entomologiques/chenille_chou.htm

    2.- Vaucheret H, Chupeau Y. Ingested plant miRNAs regulate gene expression in animals. Cell Res. 2012 Jan;22(1):3-5. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22025251

  2. ¡Buen comentario, Miguel! Y oportuno, también, encajando a tope con la entrada.
    Conocí los «Souvenirs» hace un par de años, buscando info sobre avispas, pero después no entré a más, por mi francés semi-oublié…
    He leído por completo el souvenir de la Chenille du Chou -dictionnaire français á la main, bien sûr- y me ha encantado, por su amplitud y sus detalles.
    A la segunda referencia no he podido entrar -ya lo intentaré desde otro sitio- aunque no sé si su nivel y el mio en esos temas serán compatibles.
    Un cordial saludo

Deja un comentario