Unas de Libros Rojos
Posted by Pele Camacho en 7 abril, 2017
Por alguna razón que desconozco, parece que cuando se quiere dar publicidad a ciertas cosas se hacen campañas de “colores” con las que se editan libros o se hacen lazos, banderitas… pero como los nombres de los colores van poco más allá de los del arco iris, pues se repiten libros con el mismo color pero sobre temas muy diferentes: el Libro Rojo más famoso fue el “Libro Rojo de Mao” del que -según dicen por ahí- se publicaron en China casi 1000 millones de ejemplares que, supongo yo, causarían la tala de millones de árboles para que cada chino tuviese su librito. Como consecuencia de la supuesta tala masiva, alguna especie vegetal o animal podría haber quedado en peligro de extinción y aparecer más tarde en los Libros Rojos de la UICN –Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza– que recogen aquellas especies extintas o en riesgo de desaparecer, por Mao o por otros.
Las especies vegetales o animales más propensas a desaparecer suelen ser endemismos, es decir, especies cuya existencia se encuentra limitada a zonas relativamente pequeñas, donde cualquier desastre o cambio ecológico de ámbito local o regional puede extinguirlas para siempre. Los endemismos son ocurrencias naturales, posiblemente derivadas de circunstancias de la evolución del mundo natural, y suelen suscitar a ciertas personas la satisfacción de tener lo que nadie más tiene, pero ese orgullo no se transforma en un interés para preservar esas especies exclusivas de sus zonas locales, que algunos expanden para considerarlos como endemismos regionales, nacionales…, aunque sin hacer nada más que eso.
Con esa facilidad de “extender” la consideración de área del endemismo, es posible que cualquier zona del globo pueda atribuirse esa exclusividad de tener endemismos, pero sin decir a que distancia se encuentran. El más lejano de los que se citan en esta entrada está a menos de 25 Km. del límite de la ciudad de Málaga y los otros dos, casi dentro del área de la ciudad.
Ramas de Limonium malacitanum – Díez Garretas, 1981
Entre las categorías de riesgo consideradas en la UICN para las especies que aún se pueden ver, la más amenazadora es la CR, que significa en estado o peligro “CRítico”. En 1994, la Junta de Andalucía inició la edición de un “Libro Rojo de la Flora silvestre amenazada- Tomo I, de las especies en peligro de extinción”. En su página 172 aparece el Limonium malacitanum – Díez Garretas, 1981, indicando el año en que la profesora Dª Blanca Díez Garretas, de la Universidad de Málaga, publicó una monografía dando a conocer la especie, su distribución y demografía, sus riesgos y propuestas para preservar la especie en peligro de extinción.
Flores de Limonium malacitanum: apenas 6 o 7 mm. de diámetro de corola
A la vista del estado y situación de algunas poblaciones de la especie en 2017, la cosa no pinta muy prometedora y el futuro no es seguro en esos emplazamientos, invadidos a tope por los homosapiens que «pasan» de los asuntos ecológicos tanto como las autoridades que permitieron llegar al estado que hoy disfrutan los homosapiens y sufren las Limonium malacitanum.
Planta de Limonium malacitanum – Díez Garretas, 1981, en su medio natural
El Limonium malacitanum podría considerarse una especie “masoca”: crece entre grietas de rocas de acantilados marinos, a pleno sol y en condiciones de humedad y salinidad extrema, pero eso es lo que les gusta y necesitan: el problema llega cuando esos acantilados se invaden para actividades incontroladas de frecuencia diaria, mucho más dañinas que la sal o el sol.
Dando un salto en el espacio y las especies -y parafraseando a Fray Luis– apartadas del mundanal ruido viven las orquídeas ibéricas y, por escondidas sendas, por donde apenas han ido los pocos aficionados que de ellas han sabido, se encuentran los escasos ejemplares de Ophrys atlantica – Munby 1856 que se dejan ver un par de semanas de Marzo-Abril . Es un endemismo íbero-mahgrebi, cuyo nombre tiene origen en la cordillera del Atlas, de donde parece que le viene el nombre asignado en la página 108 del Bulletin de la Société Botanique de France de 1856, citando la nueva especie descubierta por el botánico Giles Munby, tras un estudio de la Flora argelina. No he podido saber cuándo se tuvo el primer encuentro con en ellas en Málaga, ni si estaban por aquí al mismo tiempo en que Munby las vió en Argelia. Posiblemente, pero…
Vista cenital del labelo de una Ophrys atlantica – Munby 1856
Su escasez de localizaciones las ha hecho merecedoras del estado VU – “VUlnerable”- la categoría un paso por debajo de la CR de la UICN. La Ophrys atlantica figura en Libro Rojo de la Flora silvestre amenazada de Andalucía, Tomo II, de las especies vulnerables, en su página 252; los detalles de su distribución, demografía, riesgos y escasas medidas preventivas se explican en el apartado dedicado a esta especie, pocas y difíciles de aplicar, empezando porque sus localizaciones son casi secretas, con el temor de que si un año se conocen, al siguiente puede que hayan desaparecido.
Ophrys atlantica, mostrando el reverso de su labelo y sus polinios
La especie atlantica es inconfundible por el color oscuro, casi negro, de su labelo que, visto lateralmente, recuerda un sillín de bicicleta. Su tamaño suele ser algo mayor que el de otras especies del género Ophrys, uno de los más extendidos entre las orquídeas ibéricas.
Vista lateral de Ophrys atlantica – Munby -1856
Como no hay dos sin tres, salimos de los Libros Rojos de Andalucía y entramos en la Lista Roja de la Flora Vascular Española en su Edición de 2010, que enumera todas las especies con riesgos: en su posición 489 se encuentra la especie Cytisus malacitanus – Boiss, con la etiqueta o categoría NT de “Near Threatened” de la UICN . Lo de estar “Casi amenazada”, dentro de lo que cabe, significa que no está muy mal.
Ramas en flor de un Cytisus malacitanus, Boiss
En la página 736 del libro Flora Vascular de Andalucía Oriental, edición 2011, se describe someramente la especie y al final, en letra pequeña y a pie de página, figuran las letras NT. En el inicio de su descripción figura como nombre vulgar “escobón, retama de escobas” que, con el debido respeto al que lo escribió, creo que induce a error: la especie suele ser un planta de porte más bien bajo, pues no llega a los 0,8 m., lo que supone que sus ramas darían unas escobas de poco juego y escasa duración, frente a las que se obtienen con la especie Spartium junceum, de 2m. de altura o más, mucho más abundante, la auténtica y tradicional “Retama de escobas” -al menos, en mi pueblo- con la que se obtienen unos escobones merecedores del superlativo de ese nombre.
Detalle de las flores de una retama Cytisus malacitanus – Boiss
Su ventaja -¿?- es que, por su escaso porte y su similitud con otras retamas, llama poco la atención a los homosapiens, aunque ya el mismo Edmond Boissier, su descubridor y padrino, cuyo nombre en forma abreviada acompaña al nombre binomial de la especie, en su descripción de la especie dijo “Hab. In monte San Anton, dicto propé Malaga”, y aunque también, en estos tiempos nuestros, periódicos, blogs y otros documentos internáuticos mencionan sin reparos los sitios en que se puede encontrar, no suelen dar detalles que inviten a buscar más a los no-expertos. Menos mal…
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Isabel F. Bernaldo de Quirós said
Muchas gracias por esta magnífica entrada. Me ha gustado mucho saber de la orquídea Ophrys atlántica, es realmente bonita y merecedora de ser protegida. Precisamente en estas dos últimas semanas he estado fotografiando orquídeas; la sequía ha hecho que en algunos lugares este año no hayan aparecido.
Saludos.
Chelo Lucio said
¡Qué bonitas retamas y orquídeas! mañana espero verlas por mi pueblo aunque… quizá para la orquídea tenga que esperar que por allí son más tardías.
Se echa mucho en falta las publicaciones en este blog.
Un afectuoso saludo Pele.
Pele Camacho said
Hola, Chelo
Este año va muy mal por aquí la primavera para los fotógrafos.
A ver si recupero algunas fotos y me animo a lanzar alguna entrada.
Gracias por tu comentario.
Saludos cordiales