Si era de lamentar el estatus de «Amenazada» de la Gompus graslinii de la entrada anterior, con la Gomphus pulchellus (Selys, 1840) de ésta podemos desconfiar de su estatus de “Desprotegida”, o de “No protegida”, que es la denominación oficial. Como parece que no es excesivamente exigente con el medioambiente, de momento, sin que se le haga mucho caso, pero sin problemas, sobrevive en casi cualquier medio acuático estancado o con poca corriente, donde suelen hacer puestas de las que surgen en pocas semanas las larvas que tardarán dos o tres años en ir pasando por una sucesión de hasta 16 ecdisis –mudas de cutícula– hasta llegar a la eclosión final de esta bella libélula, pues así debió verla el entomólogo que la describió por primera vez, al parecer, James Frances Stephens (1792-1852), empleando para ella la palabra latina “pulchellus”, con el significado de bella, bonita, agradable a la vista…
Vista dorsal de una bella hembra de Gomphus pulchellus
(Picar en las imágenes para verlas con más resolución)
En España, entre la escasa y delicada graslinii y la “todoterreno” pulchellus de amplia distribución, está la Gomphus simillimus (Selys, 1840), a la que no tengo el gusto de conocer, después de intentarlo varias veces en compañía de mi amigo Arturo, un experto en esta panda de bellezas de enormes ojos verdeazulados. La condición de “vulnerable”, VU, de la simillimus la ubica cerca de la graslinii, en espacios y libros rojos. Como característica más distintiva de todos los Gomphus o gónfidos está la gran separación entre sus enormes ojos compuestos, destacando ese detalle en el suborden de anisópteros al que pertenecen, pues las demás libélulas tienen los ojos juntos o muy próximos.
Vista lateral de otra Gomphus pulchellus, mostrando sus tres ocelos en línea con sus dos ojazos
El belga Barón Edmond de Selys Longchamp (1813-1900) fue, quizás, el primer gran especialista mundial en libélulas, sobre las que publicó su Monographie des Libellulidées d’Europe (1840), seguida de Synopsis des Gomphines (1854) y Monographie des Gomphines (1857), así que no cabe duda de su experiencia en el género Gomphus y su merecido reconocimiento al asociar su nombre al de muchas otras libélulas, además de la pulchellus, a la que él describió en su primer libro como Gomphus pulchellus (Stephens).
Selys fue un hombre polivalente: científico, entomólogo, ornitólogo y hasta político, pues llegó a ser presidente del Senado belga de 1880 a 1884. Llegó a tener una gran colección de insectos, a la que fue incorporando las que previamente habían hecho otros famosos entomólogos como Rambur, cuyo nombre va asociado con la amenazada graslinii. Es curioso que al describir Rambur a la Gomphus pulchellus (Selys), en la página 160 de su libro “Histoire naturelle des insectes” (1840), hace referencia a ejemplares que ha visto de ella en una colección de Fonscolombe, otro famoso odonatólogo, al tiempo que comenta no haberlos visto en la colección de Selys. Viendo que tanto el libro de Selys como el de Rambur fueron publicados en 1840, no sería extraño que entre ellos hubiera algún “pique” de esos tan habituales entre colegas del mundo científico, disputándose el mérito de haber llegado antes a un descubrimiento de algo… pero esas serían otras historias.