Sorpresas y paisajes

Fotografías de lo que veo por esos campos…

Archive for abril 2012

Blancas, verdes y gualdas

Posted by Pele Camacho en 27 abril, 2012

Las 50 danaides y sus 150 nombres fueron una fuente generosa para denominar mariposas y otros bichejos que, a mediados del siglo XVIII, entraron en el horizonte etiquetable de Linneo y de los seguidores del nuevo sistema para poner nombres y diferenciar animales y plantas. 

Pontia daplidice amaneciendo en una rama de Phlomis purpurea

(Picar en las imágenes para verlas con más resolución)

La mariposa de esta entrada lleva el nombre de Daplidice, una de aquellas danaides a las que puso nombre Gaius Julius Hyginus, un escritor latino que, según algunos estudiosos de aquella época, nació en una de las provincias romanas de la península a la que los fenicios habían llamado Hispania.  Higynus recopiló en sus Fabulae -una colección de relatos cortos- los escritos de otros autores griegos y latinos que citaban a unos trescientos personajes míticos, entre los que estaban las 50 danaides.  Puestos a poner nombres, alguien puso el nombre de Hyginus a un cráter lunar y a un asteroide cercano al planeta Marte, porque el supuesto hispano Hyginus también escribió una especie de Astronomía poética, lo que no era poco para aquellos tiempos del siglo I en que vivió.

Atardeciendo en unos restos de Agosto

La denominación original de Linneo fue Papilio (Danaus) daplidice, que pasó a ser Pontia daplidice (Linnaeus, 1758) cuando  Fabricius, discípulo de Linneo, definió el género de las Pontia (Fabricius, 1807) que agrupa casi una veintena de especies, de las que solo la Pontia daplidice tiene presencia en toda España, ya que su congénere Pontia callidice (Hübner, 1800) es observable solo en los Pirineos y zonas aledañas a la cordillera.

Los anversos blanquinegros de la Pontia daplidice sobre los amarillos de una Dytrichia viscosa

Pontia es, cómo no, otro nombre de origen griego, un nombre de mucha altura y matices divinos, pues está relacionado nada menos que con Afrodita, que al ser diosa de tantas y tantas cosas tenía advocaciones múltiples, como esta de Pontia, nombre de un templo en honor del mar mitológico de cuya espuma surgió la diosa de la belleza y la sensualidad.

Escamas verdes sobre un lecho de escamas blancas

Las blanquiverdosas son de las pocas mariposas con un nombre vulgar que podemos considerar apropiado a su aspecto: en el reverso de sus alas posteriores, sobre todo, y algo menos en el de las anteriores, predominan zonas de escamas verdosas, distribuidas con cierta regularidad entre zonas blancas, mientras que los anversos son fundamentalmente blancos, con manchas negras y grises que recuerdan a otras mariposas de la familia Pieridae.

Blancos y verdes sobre gualdas de Pallenis spinosa

Entre las plantas nutricias preferidas de esta especie están las Resedas, plantas con una cierta fama popular por haber sido consideradas plantas curativas, de donde viene su nombre derivado del verbo latino resedo, con el significado de curar. Para algunos hispanos, la Reseda lutea y la Reseda luteola son plantas con matices y colores nacionales: son conocidas popularmente como gualdas, porque de sus raíces se obtiene el gualdo, un tinte amarillo asociado al color de la enseña nacional.

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Con aspecto de danaides

Posted by Pele Camacho en 9 abril, 2012

Según cuentan algunos documentos de apariencia fiable, la primera referencia a las protagonistas de esta entrada fue su presentación en sociedad como Papilio (Danaus) belia, en 1767, sirviendo de modelo una hembra enviada a Linnaeus por el cónsul sueco en Argel, que denominó “Barbaria” al lugar donde la encontró. Otros ejemplares -machos e individuos jóvenes- con el mismo origen geográfico y fechas de captura fueron denominados Papilio (Danaus) eupheno, creyendo que eran especies diferentes. Belia y Eupheno son nombres mitológicos griegos de dos de las cincuenta danaides, las hijas de Dánao que desposaron y “despacharon” en la mismisima noche de bodas a 49 de sus 50 primos, por lo que fueron condenadas al castigo eterno de transportar agua para llenar un tonel agujereado que no se llenaría nunca.

Hembra de Anthocharis euphenoides, libando en una flor de Diplotaxis  (jaramago) 

(Picar en las imágenes para verlas con más resolución)

Los nombres de algunas danaides, también llamadas belides, supuestamente muy bellas, sirvieron a Linneo para denominar a varios taxones de mariposas, pero con el interés que suscitó en la antigua Grecia el mito de Dánao con sus hijas y sus sobrinos -que apenas fueron yernos- los nombres de las danaides o belides fueron diferentes para Apolodoro, Hyginius y Ovidio, los cronistas mitológicos que las citaron inventando separadamente 150 denominaciones para las 50 beldades conyugicidas.

Pareja de Anthocharis euphenoides, mostrando sus reversos en actitud pacífica… ¿Cuál es el macho?

Ya en tiempos más modernos, la edición de 2002 de la Guía de mariposas de Europa de Tolman-Lewington denomina “Bandera española” a la Anthocharis belia (Linnaeus, 1767), aunque se indica que es una especie distribuida solamente en el Magreb, un espacio nada europeo; como de pasada, al final de la descripción de esa especie se añade la variación Anthocharis belia euphenoides (Staudinger, 1869) distribuida por casi la totalidad de la península ibérica y una estrecha franja de la Francia mediterránea; sin embargo, la denominación popular difundida internacionalmente es Provence Orange Tip, como si la zona relevante ¿? de ella fuera la actual Provenza francesa.  Por aquí abajo, se la conoce como “Banderita española” y algunos llegan a considerar una subespecie “andalusica”, una mariposa llamativa donde las haya, inquieta, que gusta revolotear entre matorrales y pendientes, siendo algo dificililla de fotografiar.

Macho de Anthocharis euphenoides,  justificando su referencia a la enseña nacional

Actualmente, aunque no sé desde cuándo, la denominación válida es la simplificación Anthocharis euphenoides (Staudinger, 1869), quedando restringida la Anthocharis belia para la magrebí, denominada también “Morocco Orange Tip” y considerada como especie diferente.  El nombre eupheno, considerado sinónimo de belia, se descartó hace tiempo, aunque Staudinger intuyera que era una «belia con aspecto de eupheno”, de lo que derivó la denominación de «belia euphenoides«. Otto Staudinger (1830-1900) fue un entomólogo alemán que, además de observar los aspectos taxonómicos, se dedicó de manera intensiva e internacional a coleccionar y comercializar colecciones de insectos a cualquier institución pública o particulares interesados en el asunto, un ejemplo de actividad mercantil que, probablemente, hoy sería declarada ilegal por el riesgo, más que posible, de atentar contra la biodiversidad.

El nombre del género Anthocharis, derivado del griego –άνθος– anthos, flor  y  -χάρις- charis, gracia, carisma, es un nombre bien-sonante, apropiado para describir el atractivo de la veintena de especies de este género, de las que solo cuatro vuelan por Europa, sin la belia magrebí. La denominación data de 1833, con el consenso de Boisduval, Rambur, Duméril y Graslin, cuatro renombrados entomólogos franceses que decidieron por aquel entonces diferenciar especies, renombrando parte de las integradas en la gran bolsa lineana de las Papilio (Danaus). Poco después, en 1835, Duponchel denominó la familia Pieridae y la subfamilia Pierinae que, mucho más tarde, acogió a la tribu Anthocharini. 

Con tantas denominaciones y renombramientos, cabe pensar que es algo muy complicado eso de poner nombre a las  mariposas…  ¿o no?

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