Sorpresas y paisajes

Fotografías de lo que veo por esos campos…

Las hembras de Trithemis

Posted by Pele Camacho en 9 abril, 2010

Es interesante e instructivo comparar detalles entre las hembras de estas fotos y los machos de la entrada anterior.
Dentro de la variación de colores entre individuos del mismo sexo y especie, con una evolución hacia tonos más oscuros que acompaña al envejecimiento, se aprecia la “moderación” en los colores pardos de las hembras frente los llamativos colores rojo-violetas de los machos de Trithemis annulata.

Es algo que ocurre en muchas otras libélulas y también en otras especies del mundo animal; parece como si las hembras intentaran pasar más disimuladas, con más capacidad de mimetizarse con el medio ambiente, tal vez, por ejemplo, para proteger la prole en algunos casos de aves, mientras que los machos están preparados para exhibir sus galas ante las hembras o para atraer sobre ellos la atención de posibles depredadores…; la generalización o extensión del ejemplo probablemente fuera errónea, pero el hecho es real y amplio en especies.

Si se trata de comparar el dimorfismo sexual, lógicamente, lo procedente es examinar los detalles sexuales apreciables: frente a la genitalia secundaria que se aprecia en los primeros segmentos del abdomen de los machos, con forma de gancho o anzuelo para acoplarse con el apéndice abdominal de las hembras, en éstas no existe nada similar.


Por supuesto, son diferentes los apéndices de acoplamiento, los cercoides, cortos y separados en las hembras, largos y juntos en los machos, para poder agarrar los arcos que tienen las hembras detrás de los ojos, en esa captura que parece “sujetarlas por la nuca”, mientras ellas arquean el abdomen y acoplan su extremo a la genitalia secundaria de los machos, formando esos tándems, únicos en el mundo animal, con los dos abdómenes arqueados en una especie de figura de “corazón romántico”, característicos de las cópulas de libélulas. En la foto, un “tándem” de Sympetrum fonscolombii, se aprecian esos detalles además de la marcada diferencia en la coloración de machos y hembras.

En las hembras «veteranas», como la Trithemis annulata que muestra la foto contigua, se observa que el abdomen suele ser más abultado que en las hembras jóvenes y, por supuesto, mucho más que en los machos, que suelen tener un abdomen delgado y con cierto aplanamiento. Parece lógico que sea así, si se considera la función reproductora de las hembras y los órganos que debe tener para generar, madurar y depositar los huevecillos fecundados. Las diferencias de color entre hembras jóvenes y maduras es, en buena parte, por la “pruina” que van acumulando con la edad, formando una especie de capa mate que recubre y oculta los brillantes colores reales del exoesqueleto de tórax y abdomen que, aunque más oscuros que en las jóvenes, parecen claros y cenizosos por la ”pruinosidad”, palabra desconocida en castellano que corresponde al vocablo “pruinosity” utilizado en inglés.

Todas las protagonistas de esta entrada pasaron a los archivos digitales mientras disfrutaban del cálido ambiente de la Costa del Sol  malagueña

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