Individuales y conjuntas
Posted by Pele Camacho en 7 May, 2014
En estos tiempos primaverales -que también son fiscales- una parte importante del personal anda perseguido por el recuerdo y la amenaza encubierta del eslogan «Hacienda somos todos» que, aunque siempre fue falso, nunca lo fue de manera tan pública y notoria como después de hacerse «en diferido» el reventón de esas sagas de sobres, dineros B, evasión fiscal y otras historias de mafias y chorizos protegidos por unas siglas. Circunstancias aparte, la perfección informática reconcentrada en un programa llamado «Padre» -“Pater fiscalis”, podría llamarse en nomenclatura binomial- permite dos modalidades fiscales que, posiblemente, ustedes ya conocen: individuales y conjuntas. Los nombres son tan genéricos y comprensibles que también pueden aplicarse a la vida y fotos de los bishitos y, si no, sigan y vean…
Los protagonistas de esta entrada son unos cuantos individuos e individuas de Pyrrhosoma nymphula (Sulzer,1776), a los que dediqué la entrada «Pequeñas ninfas de cuerpo rojo» , unos preciosos animalejos que dejan ver sus cuerpos rojos entre los primeros verdes primaverales. Como zigópteros que son, tienen un vuelo rápido y silencioso, y un cuerpo superesbelto, más ellos que ellas, porque las funciones maternales requieren unos volúmenes innecesarios en los atléticos cuerpos de los machos.
(Picar en las imágenes para verlas con más resolución)
Macho joven de Pyrrhosoma nymphula , buscándose la vida a su modo y manera, por instinto.
En el mundo animal, los individuos se rigen por instintos para la supervivencia y la propagación de las especies. Ya lo dijo -a su manera- el Arcipreste de Hita, en la perla literaria que tituló “Libro del Buen Amor”:
“Como dise Aristóteles, cosa es verdadera,
el mundo por dos cosas trabaja: la primera
por aver mantenençia; la otra era
por aver juntamiento con fembra placentera…”
Para «la primera«, machos y hembras de Pyrrhosoma nymphula se buscan la vida como pueden, o sea, individualmente, en una especie de seguimiento instintivo del latinajo «primum vivere, deinde philosophari«, mientras desarrollan su cuerpo y habilidades para «la otra» que, también instintivamente, llevan a cabo con ayuda de las feromonas.
Macho maduro de Pyrrhosoma nymphula recuperando fuerzas para el patrulleo
Cuando ya son mayorcitos y la hemolinfa les transmite las calores feromónicas, los machitos de Pyrrhosoma nymphula se ponen rojos y, como individuos maduros, van de allá para acá, se dejan ver y no dejan de mirar para ver si ven alguna fembra placentera, como decía aquel «perla» del arciprestazgo .
Hembra joven de Pyrrhosoma nymphula , variante f. melanotum con ligeros toques de rojos
Las hembras de esta especie, con colores más apagados que los machos, presentan variantes cromáticas no siempre fáciles de ver, porque el escapismo natural de las hembras -salvo cuando el instinto “maternal” las hace más “sociales”- hace difícil su fotografía, ya sea por lo intrincado de los lugares donde se posan o por el tiempo en que lo hacen, sin apenas permitir al fotógrafo adaptar sus cachivaches a las circunstancias de tiempo y espacio.
Hembra de Pyrrhosoma nymphula, variante f. melanotum, sin apenas rojos en su oscura librea
Como se puede observar en muchas especies de odonatos, los dos sexos parecen llevar vidas individuales, separadas o disjuntas, siendo más notoria la presencia de los machos que parecen competir por el dominio del área de influencia a la que, en algún momento, llegarán las hembras que no parecen pelear entre ellas, viviendo y volando a su bola y apareciendo cuando la naturaleza y el instinto les demandan hacer el ”juntamiento” que decía el arcipreste, es decir, hacer vida conjunta. Ya salió la palabra…
Vista quasi cenital de una conjunta de Pyrrhosoma nymphula, con hembra de la variante f. fulvipes (foto de Vicente Camacho)
Las circunstancias del ayuntamiento o cópula -que muchas veces se produce en vuelo con una precisión impecable- les hace volar de manera conjunta con menos gracia y soltura, por lo que después de algunos vuelos normalmente cortos aterrizan o, más bien, se «dejan caer» de mala manera en lugares extraños, lo que unido a las dimensiones de la conjuntada pareja hace aún más difícil la fotografía del tándem, que requiere un posicionamiento óptimo del fotógrafo respecto a los conjuntados, como en la foto de Vicente Camacho. La causa del problema fotógrafico es, fundamentalmente, la necesidad de una “profundidad de campo”o «profundidad de enfoque» muy por encima del límite que permite la óptica: hay que elegir qué parte se enfoca y aceptar, o tragarse, el desenfoque de las partes que se alejan de la zona enfocada.
Enfoque al 1 y desenfoque en el 2: «profundidad de enfoque» centrada en el macho de Pyrrhosoma nymphula
Para evitar la falta de “profundidad de campo”, aparte del posicionamiento correcto del fotógrafo, hay “remedios” técnicos que consisten en hacer una serie de fotos con enfoques a lo largo de una línea que recorre a la pareja conjuntada y, posteriormente, con ayuda de un programa informático que no es, ni mucho menos, gratuito, hacer un “apilamiento” -una especie de “ayuntamiento”- de las fotos individuales obtenidas antes, para tener una foto conjunta en la que todo sale enfocado. Desde un punto de vista técnico e informático, la obtención de esa especie de foto “panorámica en profundidad” es una maravilla, pero desde el punto de vista fotográfico o artístico es, más bien, un engaño, una superchería…
Enfoque al 2 y desenfoque en el 1 : «profundidad de enfoque» centrada en la hembra de Pyrrhosoma nymphula
El programa “Padre” sí es gratuito aunque, como posiblemente saben ustedes, pueden no serlo sus resultados, a veces ni en individuales ni en conjuntas. Eso, como los desenfoques, hay que tragárselo. Sin embargo -y sin vergüenza ni dignidad- los chorizos lo “remedian” con sobres y maletines. Pero eso son otras historias de engaños y supercherías.
guadarramistas said
Hola Pele, tal como nos tienes acostumbrados, buenísimas fotos y texto. Así estamos, en esos días del año en que la madre patria a través de su hija Hacienda nos hace un «juntamiento» forozoso con su programa PADRE. Al final todo queda en familia, algunos tíos se lo montan bien mientras los primos pagamos. Disfruta de la primavera.
Pele Camacho said
Habrá que hacer aún más fotos para olvidar todo esto del «Padre» y a los «padres» de la patria que se juntan enlos «hemiciclos» sin caerse de la bicicleta…
Un abrazo
Juan Bibiloni said
Pele, tus entradas son una verdadera gozada. Sólo un mostruo como tu es capaz de «conjuntar» de una manera tan amena Hacienda con las libélulas y los enfoques y desenfoques. Un fuerte abrazo.